Actualmente, la educación se ha visto implicada en una serie
de cambios y evoluciones los cuales han beneficiado y al mismo tiempo truncado
el avance y progreso de la misma, así mismo la profesión docente también se le
han atribuido ciertos retrocesos, es decir, si algún alumno reprueba o no
entiende es a causa de la deficiencia del docente.
Para combatir lo anterior se han ido aprobando una serie de
reformas estructurales las cuales, afirma el gobierno, darán solución a la
problemática por la cual se está atravesando, en lo particular, el país. Dichas
reformas señalan una evaluación general a los docentes, la cual consiste en
valorar desde conocimientos básicos, generales, el Plan y Programas e inclusive
estrategias didácticas.
Sin embargo, pese a la existencia de la evaluación es
necesario ampliar la perspectiva y hacer un lado la idea de que el problema son
los “ausentes” conocimientos de los maestros y redirigir la mirada hacía los
alumnos, es decir, centrarse en la idea de un trabajo bidireccional en el cual
los participantes elementales son el maestro y el alumno.
Muy cierto la opinión de la evaluación educativa, tendríamos que ver el proceso evaluativo de una manera diferente en el proceso educativo.
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